Debido a sus múltiples ventajas para la piel del rostro, el plasma rico en plaquetas (PRP) es un procedimiento estético de vanguardia que ha ido ganando popularidad recientemente.
En este tratamiento, se utilizan factores de crecimiento y proteínas sanguíneas, que son cruciales para la reparación y regeneración de los tejidos.
Para este procedimiento, que siempre es realizado por un profesional médico cualificado, se toma una pequeña muestra de sangre, que contiene entre 3 y 5 millones de plaquetas.
El plasma del paciente se inyecta mediante microinyección después de centrifugar la muestra de sangre para separar el concentrado globular, que es lo que no se utiliza, del plasma. No hay posibilidad de rechazo porque es una sustancia del propio cuerpo del paciente.
Los efectos del envejecimiento se pueden reducir significativamente aplicando plasma enriquecido en rostro, cuello o escote, lo que se traduce en un aumento de espesor, tersura, brillo y luminosidad.
Se recomienda realizar dos sesiones a lo largo de uno o dos meses, de entre 30 y 45 minutos cada una, incluido el proceso técnico de centrifugación, que se completa con kits exclusivos homologados para el tratamiento.
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